El Nuevo MOTO X de Motorola
El nuevo Moto X destaca nada más cogerlo. Su cuidado diseño combinando un marco de aluminio y una carcasa trasera en bambú lo convierten en un dispositivo diferente. Más que adaptar su antecesor y mejorarlo, Motorola ha optado por una transformación completa de su dispositvo -presentado el pasado septiembre en IFA Berlin- posicionándolo decididamente en la gama alta.
El dispositivo crece y ahora presume de una pantalla AMOLED de 5,2 pulgadas y resolución Full HD (con una densidad de píxeles de 423 ppi). La experiencia de uso es muy buena. Se le suma además una gestión de las notificaciones que ya vimos en su antecesor y resulta especialmente útil. Con solo acercar la mano al terminal en reposo se muestran el pantalla la hora y el icono de las aplicaciones que tienen notificaciones. Una de esas funciones a las que, como ocurre también con el KnockCode de LG -para desbloquear el móvil con una combinación de toques en la pantalla-, enseguida se acostumbra el usuario.
En apartados donde antes el Moto X se quedaba por detrás, la segunda generación mejora. Ahora monta un procesador Qualcomm Snapdragon 801 a 2,5Ghz y 2 GB de RAM. Una apuesta segura que ofrece potencia más que de sobra para mover un dispositivo que ejecuta todas las acciones con gran fluidez, ayudado por un software sin prácticamente modificaciones. Android Kit Kat 4.4.4 con garantía de actualización a Android 5.0 Lollipop. Un compromiso de la firma norteamericana que es sin duda un acierto y obliga al resto de marcas a no descuidar este aspecto.
La cámara mejora notablemente respecto a la versión de 2013. Ahora incorpora un sensor de 13 megapíxeles, con enfoque más rápido y preciso, y ofrece la posibilidad de grabar vídeo en 4k. Los resultados son buenos en diferentes condiciones de luz. La batería, de 2.300 mAh, no es especialmente generosa y parece algo justa sobre el papel pero alcanza para llegar al final del día con un uso normal. El audio, con dos altavoces frontales, también saca buena nota.
Volviendo al capítulo del software, el control por voz se perfecciona. Los comandos para interactuar con el teléfono sin necesidad de usar las manos son ahora más personalizables. No es necesario decir "Ok Google Now" para activarlo, el usuario puede escoger la frase. Una vez dichas las palabras mágicas el teléfono espera la siguiente instrucción.
Se pueden enviar mensajes, consultar información o las notificaciones del teléfono -preguntando "¿Qué novedades hay?"- o configurar un recordatorio o la alarma sin necesidad de tocar el teléfono.
El primer Moto X llegó tarde y mal. Era un teléfono innovador -el primer móvil con el que interactuar sin necesidad de tocarlo- pero tardó meses en llegar a Europa y sus características eran bastante inferiores respecto a los de otros terminales de gama alta, con los que aspiraba a competir.
El nuevo Moto X quiere cambiar esto y da un salto de calidad considerable. Los 499 euros que cuesta lo convierten en una opción a tener en cuenta entre los mejores terminales Android del año, como el LG G3, HTC One M8 o el Samsung Galaxy S5 -que ahora se pueden encontrar por precios similares-.
Parece difícil convencer a muchos usuarios de pagar más por un móvil cuando por 179 euros pueden hacerse con el hermano menor, el Moto G, que ofrece un rendimiento muy bueno. Pero el nuevo Moto X da argumentos para ello. Conectividad 4G (el nuevo Moto G todavía no tiene versión 4G), diseño y acabados de calidad, más potencia, una pantalla resplandeciente, una cámara mejor y otros elementos más accesorios pero interesantes, como su avanzado control por voz o su acertada gestión de las notificaciones.
